Río Narcea Gold Mines, ¿quién miente? OTROS CON EL MISMO PROBLEMA

ALBERTO CARLOS POLLEDO ARIAS

ESPAÑA

Estoy convencido de que el único que no engaña en esta comedia de enredo titulada «Mina de oro en Tapia» -que están representando al alimón la empresa promotora del proyecto, Río Narcea Gold Mines, el presidente del Principado de Asturias y el regidor del Ayuntamiento de Tapia- es el público que, al estar el argumento tan oscuro y enrevesado, no se fía del elenco que estrenará la obra en el privilegiado escenario de Salave y comienza a reventar los ensayos. No me extraña, porque hay algo que no cuadra en el guión. Mientras los tres grupos políticos locales de Tapia, con su alcalde don Gervasio Acevedo a la cabeza, manifiestan su rechazo a dicha explotación aurífera y proponen catalogar como parque natural los lagos de Silva y don Vicente Álvarez Areces afirma públicamente durante la inauguración del parque-playa de Penarronda (Castropol) que «en absoluto habrá mina», la empresa canadiense R. N. G. M. prosigue imparable e impertérrita la exploración del terreno y todo lo que conlleva de devastación en un entorno sumamente delicado, para comenzar de inmediato a extraer el oro escondido en las entrañas de Salave. Esto da pie para pensar que alguno de ellos o los tres a la vez mienten. La empresa canadiense R. N. G. M. tiene que pisar muy fuerte en la consecución de este proyecto cuando tiene la desfachatez de presentar un estudio para dotar a Tapia de, tras doce años de destrucción total del paisaje, un lago en donde se plantea crear una playa artificial o, en su defecto, abrir la playa-lago al mar con un canal para componer un puerto deportivo. ¡Como si la costa asturiana no albergase suficientes playas de ensueño y numerosos puertos para cobijar la navegación deportiva! Además, no se lo pierdan, después de destruir caminos centenarios y la riqueza ganadera, agrícola y turística de todo el concejo, construirían una senda peatonal entre Tapia y Porcía, aprovecharían las escombreras para suelo industrial, viveros de frutales y suministros para la construcción. Como diría Astérix: estos canadienses están muy locos. No hace muchos días y en este mismo diario publiqué un artículo de apoyo a todos los que luchan por la salvación de Tapia con un «no» rotundo a dicha mina; en él citaba los daños irreversibles que arruinarían el municipio. Hoy me pregunto la aportación de riqueza que proporciona R. N. G. M. al concejo de Belmonte, desde el año 1996 en el que comenzó la explotación de El Valle-Boinás, cuando éste, con una densidad de 10,62 habitantes/km2, ocupa el número 64 en el ranking del conjunto de los 78 concejos asturianos y presenta uno de los panoramas más negativos de Asturias. En la actualidad la empresa cuenta con algo más de 200 trabajadores y, aunque desconozco el número exacto de ellos que aporta el municipio, probablemente no alcancen más de 50. Además, al desaparecer la explotación a cielo abierto disminuirá esta cantidad, manteniéndose casi exclusivamente los de la planta de tratamiento, ya que la actividad minera interior la realiza una empresa subcontratada con domicilio fuera de Asturias. Después de arruinar físicamente el paisaje y la vida en gran parte del concejo con las labores de minería a cielo abierto, método extractivo que alcanzó su punto final, comienza el desarrollo de la minería subterránea y, lo que es gravísimo, la introducción en el proceso de minerales de otros proyectos: léase Groenlandia; lo que supone un cambio decisivo en las características de aprovechamiento. La actividad de R. N. G. M., con el aporte de mineral foráneo, pasa de ser una actividad extractiva a otra meramente química que se limita a procesarlo. Está claro que la Administración del Principado de Asturias no debió de permitir el cambio solicitado por la empresa en octubre de 2004, al contravenir una de las medidas correctoras que la Consejería de Fomento estableció en 1996 como de obligado cumplimiento, a fin de que la realización del proyecto fuera ambientalmente viable. Cuando casi todos tenemos en mente los desastres en minas relacionadas con el cianuro: Colorado, Montana, Nevada, Dakota del Sur, Kirguizistán, Guayana, Aznalcollar, Rumanía y en República Checa, Grecia, Turquía y varios estados de EE UU prohibieron la minería a cielo abierto de oro por lixiviación de cianuro en pilas o tanques, en Asturias permitimos el tratamiento de mineral extraído en otras latitudes (para nosotros los lodos, para los canadienses el valor añadido) y pretendemos una nueva en Tapia de Casariego. Por algo será que los principales productores de oro estén concentrados en países con insuficientes estándares legales y de control.